Una Tesis Doctoral defendida en la Facultad de Química de la US propone la obtención de compuestos antioxidantes, biogás y biofertilizantes a partir de esta alga
La macroalga invasora rugulopteryx okamurae ha sido protagonista de la investigación defendida en la Facultad de Química de la Universidad de Sevilla. La defensa de la Tesis Doctoral titulada "Aprovechamiento integral de la macroalga invasora rugulopteryx okamurae: Obtención de compuestos bioactivos, bioenergía en forma de biogás y fertilizantes" ha revelado un enfoque revolucionario para tratar esta alga, que ha causado graves problemas ecológicos y económicos en las costas afectadas.
El estudio, desarrollado en las instalaciones del Instituto de la Grasa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Sevilla, propone un modelo de biorrefinería para la gestión integral de la biomasa del alga. Este enfoque permite la extracción de valiosos compuestos químicos como los polifenoles, conocidos por su potente actividad antioxidante, de gran interés para las industrias alimentaria y cosmética. Estos compuestos pueden ser obtenidos mediante técnicas simples y respetuosas con el medio ambiente.
Una vez extraídos los compuestos bioactivos, el residuo algal se utiliza como sustrato en un proceso biológico llamado Digestión Anaerobia. Este proceso, realizado en ausencia de oxígeno, permite la degradación de la materia orgánica por acción de bacterias y arqueas, resultando en la producción de biogás. El biogás, compuesto principalmente por metano y dióxido de carbono, puede ser transformado en energía térmica y electricidad a través de un proceso de co-generación. Además, el proceso genera un digestato rico en nutrientes, que ha demostrado ser un excelente biofertilizante. En pruebas con cultivos de Avena strigosa, este digestato superó en eficiencia a los fertilizantes comerciales.
La investigación, financiada por los Proyectos de Generación de Conocimiento del Plan 2020, no solo amplía el entendimiento sobre la rugulopteryx okamurae, sino que también ofrece una solución sostenible al problema de su proliferación incontrolada. En las zonas más afectadas, esta alga ha causado pérdidas económicas superiores a los 3 millones de euros, según estudios recientes.
Este avance representa un paso adelante en la gestión de la Rugulopteryx okamurae, proporcionando un método integral que no solo mitiga su impacto negativo, sino que también aprovecha sus propiedades beneficiosas, convirtiéndola en una fuente de compuestos antioxidantes, biofertilizante y energía renovable.