Una antena de cráneo para ayudar a valorar el dolor en pacientes con esguince cervical

Investigadores de la Universidad de Sevilla, en colaboración con la empresa Biosensores Inteligentes para la Salud, han creado el primer modelo de antena de cráneo orientable de 32 canales para imagen por resonancia magnética a 3 Teslas. Una herramienta única en su género.


El investigador Manuel Freire, del Departamento de Electrónica y Electromagnetismo de la Facultad de Física de la Universidad de Sevilla, en colaboración con la empresa Biosensores Inteligentes para la Salud, ha desarrollado una antena de cráneo orientable de 32 canales para imagen por resonancia magnética a 3 Teslas, adaptada para los pacientes con movilidad craneal reducida que atiende el Servicio de Radiodiagnóstico del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo.

 

El desarrollo de la antena se enmarca en un proyecto de investigación que se lleva a cabo en el Hospital Nacional de Parapléjicos y que está financiado por la Fundación Mutua Madrileña para desarrollar una metodología que permita valorar de manera objetiva el dolor en pacientes con esguince cervical, “una patología originada en un 98% en accidentes de tráfico y que afecta a más de 25.000 españoles cada año”, afirma el profesor Freire.

 

Los pacientes que se someten al estudio se hallan afectados de movilidad craneal reducida, por lo que la exigencia de orientabilidad espacial de la antena era esencial para poder acomodarse a cada paciente. Esta es una característica que hace de esta antena una herramienta única en su género.
    

“El diseño de la antena se planificó en colaboración con José Florensa, jefe del Servicio de Radiodiagnóstico del Hospital, que hará uso de la misma en estudios de neuroimagen por espectroscopía de resonancia magnética de 3 Teslas para identificar marcadores del dolor y variaciones del perfil metabólico en distintas áreas del cerebro según la existencia de dolor crónico”, añade este investigador.

 

Con sus 32 canales, la antena además permite obtener imágenes de alta resolución y en un tiempo reducido al hacer uso de técnicas de aceleración de imagen en paralelo. Esto redunda en un gran beneficio para el paciente al permitir acortar el tiempo de estudio durante el cual el paciente ha de permanecer inmóvil en el escáner de resonancia.

 

Este avance científico-tecnológico ha contado con la colaboración y el apoyo del doctor en Física Jesús Tornero, de la empresa Biosensores y responsable del Área de Diagnóstico por Imagen del Hospital Los Madroños (Madrid), y el ingeniero mecánico Alberto Cantón.

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