El pintor Curro González entremezcla música y animación en el CICUS

El Centro de Iniciativas Culturales presenta una exposición en la que el artista sevillano toma como punto de partida la música del cantautor Dan Kaplan

El Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla inaugura, a las 19:30 horas, la exposición 'En un modo melancólico: las animaciones con Dan Kaplan'. En este proyecto, el pintor Curro González toma como punto de partida la canción homónima de Dan Kaplan, utilizando una técnica muy próxima al teatro de sombras. Este tipo de espectáculo consiste en la creación de efectos ópticos con una fuente de iluminación y una superficie lisa y clara.

El artista sevillano se caracteriza por incorporar, desde el año 2006, el tiempo en su proceso narrativo, realizando animaciones para liberar la pintura de esa tarea. Con ello, logra mantener en sus creaciones una tensión narrativa, en la que destacan la ironía y el sentido del humor. Casi nada de lo que se ve en ellas, resulta ser lo que parece.

En la exposición que podrá visitarse en la sala MDD del CICUS hasta el próximo 11 de julio, también sedará a conocer parte del material utilizado en la animación y otras dos obras realizadas con dibujos en los años 2008 y 2013.  La muestra, que es gratuita, está abierta al público de lunes a viernes, de 11 a 20 horas.

Distintos modos de abordar las historias

Desde sus comienzos en los años ochenta Curro González (Sevilla, 1960) se ha ocupado de mostrar en sus pinturas y dibujos diferentes modos de abordar la narración de historias a través de imágenes. Ha realizado más de setenta exposiciones individuales y numerosas colectivas en galerías y museos dentro y fuera de España. 

En su trabajo emplea procedimientos diferentes: dibujo, pintura, escultura, cerámica y animación, adaptándolas a una clara intención narrativa. En su trayectoria aborda temas que ocupan tanto el arte y su historia, como la actualidad social y política, posponiendo una visión del mundo narrada desde una posición llena de ironía y de un agudo sentido del humor. 

Entiende su actividad como un aprendizaje de la incoherencia, y sobre cómo ésta conforma el lenguaje de nuestro tiempo. De ahí, su interés por el lenguaje poético y la forma en la que algunas metáforas operan al igual que las imágenes, produciendo cortocircuitos del sentido. Sus obras aspiran a funcionar como epifanías, que evoquen inesperadamente un mundo que aún no conocíamos.