La US informa, como cada miércoles, de los peligros del tabaquismo por el Día Mundial sin Tabaco.
El tabaco afecta el sentido del gusto, las preferencias y los hábitos alimentarios. Los fumadores suelen consumir menos frutas, verduras, hortalizas, cereales, pescados y lácteos. Por el contrario, aumenta el consumo de carnes, comida rápida, grasas, sal, café y alcohol, potenciando conductas poco saludables que afectan la salud y la calidad de vida.
Los fumadores presentan una menor ingesta y niveles séricos más bajos de micronutrientes debido a cambios metabólicos y oxidativos. Esto favorece la progresión de enfermedades comunes en los fumadores. La ingesta de vitamina C es menor en los fumadores, quienes requieren 150-200 mg/día para evitar hipovitaminosis, en comparación con los 60 mg/día recomendados para no fumadores. Además, los niveles de α-caroteno y β-caroteno, vitamina D, omega-3 y vitamina E también son más bajos en los fumadores. Además, el humo del tabaco contribuye a reducir los niveles de carotenoides en el plasma.
El tabaquismo y la exposición al humo incrementan la incidencia de problemas respiratorios, cáncer, cataratas y degeneración macular asociada a la edad (DMAE). Es crucial corregir las deficiencias nutricionales mejorando la calidad de la dieta y, si es necesario, mediante suplementos. Sin embargo, la mejor estrategia para mejorar la salud es dejar de fumar.