Un equipo de investigadores de la Universidad de Sevilla estudia para la Fundación Mapfre el impacto sobre la seguridad vial de las actividades de supervisión y control del cumplimiento de la normativa de tráfico desarrolladas por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil
Investigadores de la Universidad de Sevilla han presentado este martes 11 de julio, en la sede de la Fundación Mapfre, el estudio 'La contribución a la seguridad vial de la supervisión del cumplimiento de las normas de circulación', cuyo principal objetivo es cuantificar el papel que representan las actuaciones llevadas a cabo por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en la seguridad vial española. En el acto de presentación han intervenido el general de División Benito Salcedo, Jefe de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil; Jesús Monclús, director de Prevención y Seguridad Vial de la Fundación MAPFRE; y el investigador principal del estudio, el catedrático José Ignacio Castillo, de la Universidad de Sevilla.
El estudio ha sido realizado por el Grupo de Investigación Applied Economics & Management de la Universidad de Sevilla. Concretamente, los autores de este trabajo han sido los profesores José Ignacio Castillo Manzano, Mercedes Castro Nuño y Lourdes López Valpuesta de la US, junto al profesor Diego Pedregal de la Universidad de Castilla-La Mancha. Dichos investigadores ganaron la licitación nacional que, para dicho estudio, convocó la Fundación Mapfre.
Respecto a las conclusiones del estudio, que se centra en el caso español, Ignacio Castillo-Manzano destaca que se evidencia que un aumento del 10% en el número de efectivos o vehículos de la Guardia Civil reduce el número de víctimas mortales en un 5,3% en tasa anual; mientras que el aumento en el mismo porcentaje de las horas de servicio prestadas o de los kilómetros recorridos por los agentes provocaría una reducción del 4,7 % y del 3,1% respectivamente. De esta forma, por ejemplo, el número de víctimas mortales se redujo en 510 personas entre 2006 y 2015, como consecuencia de las variaciones de la plantilla de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en dicho periodo temporal. Aunque se hubieran superado las 700 si no hubiera sido por la merma de la plantilla en el bienio 2014-2015.
Los resultados del estudio también permiten destacar las principales tendencias de la siniestralidad vial de nuestro país, con un creciente peso de la misma durante los fines de semana y, en cambio, con una cada vez menor influencia de la Semana Santa, al optar las economías domésticas cada vez más por realizar escapadas menos dependientes del coche y más del avión, gracias al boom de las aerolíneas de bajo coste y del AVE e incluso, aunque lógicamente en menor medida, de medios para hacer turismo más exóticos como los cruceros.
La profesora Mercedes Castro-Nuño resalta también la importancia de los controles policiales. Concretamente, según la autora, “un incremento anual de un 10% en los controles de velocidad por radar reduciría el número de víctimas mortales en torno a un 4%, mientras que un aumento similar en los controles de alcohol reduciría esa cifra entre un 0,74% y un 0,53%”. Luego, en su opinión, quedaría contrastado cómo en dichos controles prima la faceta preventiva sobre la recaudatoria.
El trabajo destaca también cómo la literatura internacional defiende, de forma unánime, que la supervisión policial (mediante efectivos humanos, fundamentalmente), contribuye a una relevante reducción de las víctimas mortales por accidente de tráfico, permitiendo, asimismo, disminuir los incumplimientos de la normativa. Como consecuencia, junto a la educación del conductor y las mejoras de la seguridad en coches y carreteras, las actividades de vigilancia y control desempeñadas por la Guardia Civil de Tráfico resultan indispensables para garantizar la plena efectividad del sistema de normas de circulación que rige en España.
Considerando como objeto de estudio las carreteras españolas, en el trabajo se estiman diferentes modelos econométricos a partir de series temporales de siniestralidad vial durante el periodo 2005-2015. Concretamente, tomando como variable endógena la mortalidad vial, se incluyen numerosas variables explicativas que miden el efecto que, sobre la misma, tiene la intensificación de las actividades de control desarrolladas por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.
El estudio presentado defiende asimismo la necesidad de aprovechar la situación actual, de mayor oferta de empleo público, para aumentar los efectivos de la Agrupación de Tráfico, con el objetivo de acercarlos a los niveles previos a la reciente crisis económica. Para la profesora Lourdes López-Valpuesta, en dicho escenario se conseguiría salvar unas 600 vidas más durante los próximos 5 años.
Según el profesor José Ignacio Castillo, la situación actual es muy compleja de gestionar, ya que a la menor disponibilidad de recursos públicos se une un incremento sustancial de la movilidad en nuestras carreteras, en un contexto de parque automovilístico envejecido. Todo ello teniendo en cuenta que las estrategias más conocidas a nivel internacional (como el carnet por puntos, la reducción de tasas de alcoholemia o el endurecimiento de las penas y sanciones) han sido ya introducidas en años anteriores. En este contexto, la política de seguridad vial de nuestro país debe adaptarse, primando un modelo de micro-gestión y de evaluación continua, con el objetivo de buscar la máxima eficiencia.