El acto de entrega se ha celebrado nuevamente en la Iglesia de la Anunciación, que fue sede central de la Universidad de Sevilla hasta 1956. De esta forma la institución académica reconoce a sus doctores más excelentes, quienes asisten por primera vez revestidos con el traje académico a un acto universitario. La toga, la muceta y el birrete simbolizan que han alcanzado el grado formativo más elevado y la plena capacidad investigadora.
El Rector de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Castro, ha recordado durante su discurso que en los países con larga tradición académica sigue vigente la importancia del doctorado, desde la profunda convicción de que no hay progreso sin innovación y de que no hay innovación sin investigación. Según el último informe La Universidad Española en cifras 2015-2016, elaborado por la Conferencia de Rectores Españoles (CRUE) “la variación de 2009-2016 de la demanda de matriculación en doctorado ha aumentado casi un 30%, siendo la atracción de estudiantes internacionales en el doctorado unas 20 veces superior que en el grado y 4 veces superior a los de máster”.
El Rector ha hecho también referencia a la empleabilidad de los doctores de las universidades españolas ya que, según el citado informe, “las tasas de empleo entre la población de 25-64 años de edad, por nivel de educación varía desde un 55% con educación primaria, 75-80% en grado y master y alcanza un 90% en doctorado”. De lo que se deduce que durante los años más profundos de la crisis la formación superior de los egresados universitarios les ha permitido resistir mejor la enorme degradación del mercado de trabajo en España. En los trabajadores con estudios de doctorado la situación era prácticamente de pleno empleo, con un 4% de desempleo.
A continuación ha citado Castro el informe COTEC según el cual el crecimiento de investigadores empresariales en España ha sido prácticamente continuo, sin mostrar el retroceso habitual a partir de 2008, Esto indica “que se ha destruido menos empleo entre los investigadores que en el total de la industria. España pasa de 1,6 a 3,4 investigadores por cada mil empleados industriales. Este indicador manifiesta claramente la importancia de la inserción de doctores en el tejido empresarial, y de las actuaciones de doctorado industrial.”
Terminó el rector sus palabras felicitando a los nuevos doctores y a quienes han han facilitado su excelencia investigadora como familiares y amigos, y especialmente a los directores de tesis, de los que “habéis aprendido en buena parte orden, rigor y método”.
La lectura del acta para la entrega de los galardones la ha realizado la directora de las Escuelas Internacionales de Posgrado y Doctorado de la Universidad de Sevilla, y en nombre de los doctores premiados ha intervenido María Rodríguez García, de la Facultad de Filosofía.