El robot operará en el Virgen del Rocío y abordará con conversación, juego y aprendizaje el deterioro cognitivo que ocasionan los tratamientos oncológicos
Investigadores de la Universidad de Sevilla participan en el diseño del robot Haru, que sustituirá a Curro, el último diseño humanoide que ha dado vida a la planta de Oncohematología Pediátrica del Hospital Universitario Virgen del Rocío en los últimos años y que detecta señales sociales y emocionales en niños con cáncer. El nuevo prototipo se está diseñando junto a la Asociación Española para los Efectos del Tratamiento del Cáncer (ETC), investigadores de la Pablo de Olavide y la empresa tecnológica sevillana 4i. El nuevo modelo, Haru, se presentará el próximo 23 de noviembre en la gala anual que la asociación celebrará en el Hogar Virgen de los Reyes.
Se trata de un prototipo de robot diseñado por Honda Research Institute que integra las directrices de UNICEF relativas al uso de inteligencia artificial para niños. El objetivo es que Haru sea un robot socialmente inteligente capaz de detectar y procesar señales sociales y emocionales humanas, para luego dar respuesta a estos comportamientos de una manera apropiada para el desarrollo de los niños y niñas, creando conversación, juego y aprendizaje.
Además del prototipo físico, se ha diseñado un simulador o avatar virtual que se implementa en un iPad, lo cual permite que puedan seguir utilizando las aplicaciones en casa y, además, de esa forma, se puede usar por mayor número de niños y niñas.
Hasta el momento, el robot Haru tiene capacidad para contar cuentos, mantiene conversaciones sobre diferentes temas, cuenta chistes, hace juegos con los niños y niñas (actividades de estimulación cognitiva), les ayuda a aprender sobre diferentes materias, repasa los temas de diferentes asignaturas con divertidos juegos de pasapalabra.
Todas estas ventajas han sido puestas en valor en rueda de prensa, dirigida por el director gerente del hospital, Manuel Molina; junto a la directora de la unidad de Pediatría, Catalina Márquez; la presidenta de la Asociación ETC Gloria Álvarez Benito; el director del grupo de investigación de Robótica Social de la Universidad Pablo de Olavide, Luis Merino; el investigador principal del grupo Julietta de lingüística computacional de la Universidad de Sevilla, Gabriel Amores; y el CEO de la empresa tecnológica sevillana 4i, Guillermo Pérez.
Cada año se diagnostican unos 80 nuevos casos de cáncer infantil en el Hospital Universitario Virgen del Rocío. En concreto, los profesionales de la Unidad de Oncohematología Pediátrica asisten más de 2.750 consultas y 750 ingresos en la planta motivados por el cáncer infantil. En concreto, atienden más de 600 sesiones de quimioterapia oncológica, 300 sesiones de tratamiento citostático hematológico, 185 biopsias o aspirados de médula y 150 terapias intratecales.
Los avances en los procedimientos diagnósticos y tratamientos del cáncer han posibilitado una mayor supervivencia. Cada vez el diagnóstico es más precoz, los tratamientos son más personalizados y eficaces. Se estima según el registro español de tumores infantiles (RETI) que el 80% de los niños oncológicos sobrevivirán a la enfermedad.
A medida que ha ido aumentando la esperanza de vida en la población infantil diagnosticada con cáncer, se han descubierto también importantes efectos secundarios a largo plazo que limitan de manera significativa su calidad de vida: efectos cognitivos, físicos, emocionales y, en consecuencia, sociales.
El deterioro neurocognitivo puede provocar déficit de atención, memoria, síntesis, capacidad espacio-visual, lenguaje, entre otras. Además dicho deterioro cognitivo repercute directamente en aspectos psicológicos y sociales de la vida diaria del paciente, que pueden hacer que se aísle del resto de menores e incluso pueden provocar exclusión social. La evaluación y la rehabilitación precoz de dichos deterioros suponen un reto y es fundamental para la recuperación de las diferentes capacidades afectadas.
Ante ese reto se creó la Asociación ETC, sin ánimo de lucro, formada por padres y madres de niños y niñas con cáncer cuyo objetivo fundamental es ayudar a superar las secuelas que les ha provocado el tratamiento oncológico. Tiene su sede central en Sevilla. Su nombre alude a que después del tratamiento oncológico, lejos de terminar la lucha contra la enfermedad, viene un largo ETC, las siglas de Efectos del Tratamiento del Cáncer.
Paralelamente, en Sevilla y otros países existen grupos de investigación, instituciones y empresas que desde numerosos países están trabajando de modo coordinado a tal fin, aunando conocimientos y experiencias desde diferentes disciplinas: robótica, inteligencia artificial, gestión de diálogo, lingüística computacional, psicología, ética.
De hecho, en la planta de Oncohematología se han testado varios prototipos para las tareas de estimulación y rehabilitación cognitiva de niños y niñas que están recibiendo tratamiento oncológico y no pueden asistir regularmente al colegio. Como apoyo tanto para su formación como para facilitar la labor de médicos y enfermería.
La gala del cáncer infantil, que se celebra el 23 de noviembre a las 20:00, dará cuenta de toda esta información a autoridades, profesionales sanitarios, investigadores universitarios, representantes de empresas colaboradoras, familias con niños y adolescentes que están superando el cáncer. Presentada por Reyes Calvillo, periodista de Canal Sur, estará amenizada por la escuela de baile flamenco de José Galván y por músicos de jazz de la Asociación Assejazz. El cóctel-cena será servido por Catering Guadalquivir. Al final del acto se harán sorteos de regalos.
El precio de la entrada, que es de carácter solidario y está destinado a estas investigaciones, es de 40 euros. Para más información está el email info@asociacionetc.org. En la gala, además de las instituciones, entidades y empresas citadas, también colaboran Ayuntamiento de Sevilla, Sevilla F.C., Real Betis, Nuria Cobo, Farmacia Díaz Arca y Rossé.