El proyecto Fusion2Grid ha recibido en las últimas semanas la visita de investigadores de las universidades de Princeton (EEUU) y Cork (Irlanda)
El proyecto Fusion2Grid, que desarrolla un Tokamak SMART en las instalaciones del Centro de Innovación Universitaria de la US en el Puerto de Sevilla, está atrayendo la atención de investigadores internacionales. Este mes de diciembre, representantes de la Universidad de Princeton (EEUU) y la Universidad de Cork (Irlanda) han visitado las instalaciones del Centro de Innovación Universitaria Andalucía, Algarve, Alentejo (CIU3A), donde se desarrolla el proyecto.
La actividad del proyecto Fusion2Grid se centra en el tokamak SMART (SMall Aspect Ratio Tokamak), con el que los líderes del grupo de investigación, Manuel García Muñoz y Eleonora Viezzer, se proponen hacer realidad la fusión como fuente de energía comercial en las próximas décadas. La fusión es una fuente de energía limpia y virtualmente inagotable, por lo que su generalización ofrecería la posibilidad de satisfacer las necesidades energéticas de la humanidad respetando al mismo tiempo el medio ambiente.
Varios equipos trabajan alrededor del mundo en iniciativas similares. Sin embargo, el proyecto de la Universidad de Sevilla tiene algunas particularidades que lo van a hacer “un líder mundial en esta tecnología”, según el investigador Luis Felipe Delgado-Aparicio, de la Universidad de Princeton.
Delgado-Aparicio es tan sólo uno de los investigadores de la Universidad de Princeton que colaboran con este proyecto de la US. Todos ellos pertenecen a un laboratorio nacional del gobierno estadounidense y, por ello, cuentan con financiación del Departamento de Energía de los Estados Unidos para investigar tanto en su país como a escala internacional. La del proyecto Fusion2Grid es actualmente la única colaboración que este laboratorio mantiene en España.
Según ha explicado durante su visita el investigador de la universidad estadounidense, el proyecto Fusion2Grid va a estudiar los plasmas esféricos, que son diferentes a los utilizados en otros experimentos. “Los plasmas que se hacen alrededor del mundo se hacen en máquinas bastante grandes, que parecen un donut. Los que van a usar aquí en la Universidad de Sevilla van a ser más como una manzana. Entonces, la razón de aspecto es bastante diferente”.
Otra peculiaridad del proyecto impulsado desde la Universidad de Sevilla reside en la forma de tratar estos plasmas. Según explica el profesor Delgado-Aparicio, “los puntos donde se agarran estos plasmas pueden estar muy pegados al centro o muy pegados a la pared externa. Este cambio introduce efectos de estabilidad muy importantes. Y no hay muchas de estas configuraciones alrededor del mundo”. Además, “en Sevilla se va a testear la posibilidad de agarrar estos centros de plasma de una manera diferente”, añade.