La alimentación en marzo: cómo adaptar la dieta a los cambios de temperatura

El refrán 'cuando marzo mayea, mayo marcea' refleja la inestabilidad climática de este mes de transición, en el que las temperaturas pueden variar de un día para otro. Estos cambios no solo afectan a nuestra vestimenta, sino también a nuestra alimentación, que debe ajustarse a las condiciones meteorológicas para garantizar una dieta equilibrada y saludable.

En los días más cálidos, apetecen platos frescos y ligeros. Entre los productos de temporada ideales para este tipo de recetas se encuentran los espárragos, las fresas, las habas o los rábanos, perfectos para ensaladas y batidos nutritivos. Por el contrario, cuando el frío reaparece, los alimentos de temporada como las alcachofas, las zanahorias, los puerros, las espinacas o las acelgas son excelentes opciones para preparar caldos, cremas y guisos reconfortantes.

Consumir productos de temporada no solo aporta beneficios para la salud, al ofrecer alimentos en su mejor momento de maduración y con mayor aporte nutricional, sino que también refuerza la conexión con la tradición gastronómica y promueve una alimentación más sostenible.

Con esta premisa, el Servicio de Asistencia a la Comunidad Universitaria (SACU) de la Universidad de Sevilla propone este mes tres recetas inspiradas en los productos de marzo: habas frescas con rabanitos y ventresca, rosas de alcachofa con jamón y, como postre, mousse de fresas. Una manera deliciosa y saludable de aprovechar lo mejor que ofrece esta época del año.