Dos rutas literarias elaboradas por estudiantes de Filología desmitifican la imagen del autor, que ni siquiera se llamaba Bécquer
La Universidad de Sevilla, con motivo del 153 aniversario de la muerte de Gustavo Adolfo Bécquer, ha dedicado un acto de homenaje a la figura del poeta en el que ha colocado una urna de metacrilato en la tumba del poeta en el Panteón de los Sevillanos Ilustres. La urna, con poemas grabados, servirá para depositar las cartas y deseos dirigidos al poeta que la población venía colocando de manera informal en trozos de papel en torno a la escultura del 'Ángel de los Recuerdos' que adorna su lápida, y tiene como objetivo preservar el patrimonio.
Durante el acto, el director de Patrimonio dela US, Luis Méndez, ha informado de las dos rutas literarias que han diseñado para este día estudiantes de la asignatura ‘Literatura Española del siglo XIX’ que imparte Mercedes Comellas en la Facultad de Filología, en colaboración con el CICUS, y que han titulado ‘Bécquer no era Bécquer’. En el recorrido, que ha dado comienzo en la plaza de San Lorenzo para concluir en el Panteón de los Sevillanos Ilustres -y la segunda ruta en sentido opuesto-, han dado a conocer el trabajo de investigación que han desarrollado en el que han descubierto que la imagen romántica del poeta es una “fabulación”, asegura la profesora, que poco tiene que ver con la vida real del autor.
“Ni siquiera se llamaba Bécquer, era el apellido que adoptó de su abuelo que era un pintor muy conocido en Sevilla, para tener más prestigio, él se llamaba Gustavo Adolfo Domínguez Bastida”, explica la estudiante de Filología Olivia Caballero. Su imagen dista mucho de la que presenta el conocido retrato que su hermano Valerio le pintó al modo en que se hacían los retratos de los románticos, “pero Bécquer era un señor mucho más moderno”.
Poco o nada se sabe de su esposa, Casta Esteban Navarro, “apenas se la menciona, se dice incluso que no estuvo ni casado. Sus amantes, no fueron tales, Julia Espín fue una amiga y Elisa Guillén ni siquiera existió”, explica la alumna de literatura.
En el homenaje a uno de los autores más populares de la literatura hispánica, estudiantes y dos profesoras de la Fundación Tres Culturas han hecho lectura de algunos de poemas en varios idiomas, entre ellos en árabe y hebreo, símbolo contra la guerra entre Israel y Palestina y con el fin de que "la poesía sea un puente de unión para entendernos". Asimismo, se ha invitado a las personas presentes a depositar sus peticiones y deseos en la urna, a leer alguno de sus textos y al finalizar, se han entregado unas ilustraciones con diferentes imágenes del poeta, elaboradas por Ángela Cano.
Sobre la tumba del escritor, que comparte con su hermano Valeriano -pintor del cuadro con la mítica imagen del poeta-, el rector de la Universidad de Sevilla ha realizado una ofrenda de una corona de laurel, y ha leído como cierre del acto la leyenda de Bécquer ‘Las Hojas Secas’, proclamando que esta cita anual seguirá presente un diciembre tras otro, para contradecir los versos de propio poeta -“donde habite el olvido, allí estará mi tumba”- cuya obra y figura serán por siempre recordados en esta Universidad.