"Soñaba desde hacía años con poder vivir en otros países, conocer nuevas culturas, nuevos climas, personas diferentes a mí.
Siendo estudiante de la Universidad de Sevilla, tenemos una gran variedad de sitios donde elegir para ir de Erasmus. A la hora de escoger, sin duda me llamó la atención Polonia. El clima es opuesto al de Andalucía, la alimentación diferente, las tradiciones, incluso las personas y por supuesto ¡el imposible idioma!
El día que me dieron la beca Erasmus mi corazón se paró, ¿qué iba a hacer sin mi familia?, ¿sin mis amigos?, ¿sin mi pareja? No podía creer lo que estaba a punto de vivir hasta el día que llegué aquí. Tan solo llevo tres semanas y han sido de las mejores de mi vida. He conocido a gente de todas las nacionalidades, acudido a eventos todos los días. También he atendido a clases de polaco, para poder sobrevivir.
Lo más importante es la variedad de asignaturas que he podido escoger en la universidad de destino. Dentro de los límites de la carrera he podido especializarme en el campo que más me llama la atención con otros profesores y métodos de estudio diferentes. Sin duda va a ser un año que recordaré siempre".