Oliver Gutiérrez Hernández, estudiante de doctorado de la Universidad de Sevilla en el Programa de Doctorado en Geografía Física, Recursos Naturales y Medio Ambiente, ha sido galardonado con el premio para jóvenes investigadores de la Asociación de Geógrafos Españoles por el trabajo “Impacto del cambio climático en la distribución y supervivencia del pinsapo (Serranía de Ronda)”.
El premio para jóvenes investigadores de la AGE reconoce la mejor contribución en los diferentes campos de conocimiento vinculados a las ciencias geográficas, tiene una dotación económica de 1.500 euros y conlleva la publicación del trabajo ganador en la prestigiosa revista científica Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, indexada en Web Of Science (WOS). El Premio lleva el nombre del Profesor Jesús García Fernández, quien fue el primer presidente de la Asociación de Geógrafos Españoles, en reconocimiento a su labor y su permanente compromiso con la formación de varias generaciones de jóvenes geógrafos y geógrafas de diferentes universidades españolas, en particular en la realización de trabajos de campo.En este enlace puede accederse al acta del Premio.
La Asociación de Geógrafos Españoles, fundada en 1975, reúne a más de 1000 personas, en su mayor parte profesores universitarios e investigadores científicos cuya actividad está vinculada con investigación científica y la docencia universitaria en las ciencias geográficas. Tiene su sede en Madrid en el Centro de Ciencias Humanas y Sociales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Oliver Gutiérrez Hernández es estudiante de doctorado de la Universidad de Sevilla en Geografía, recursos naturales y medio ambiente bajo la tutoría del profesor Rafael Cámara Artigas y la dirección de Luis V. García en el Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Obtuvo la licenciatura en Geografía por la Universidad de Málaga, y posteriormente realizó dos máster en las Universidades de Girona y Córdoba. Comenzó su carrera profesional en 2006 desempeñando diversas funciones como empleado en diferentes empresas públicas y privadas, en el ámbito de la consultoría catastral, urbanística, medioambiental, ingeniería forestal y planificación: agente estadístico, técnico de catastro, técnico GIS y geógrafo profesional, participando en una veintena de proyectos técnicos. Inicia la actividad investigadora en 2012, en temas relacionados con la ecología experimental, interacciones planta-suelo, ecofisiología vegetal, biogeografía y modelización de procesos ambientales. Este año completa su cuarto curso en el Programa de Doctorado de Geografía de la Universidad de Sevilla y tiene previsto leer la tesis el último trimestres de 2017 y obtener así el título de Doctor por la Universidad de Sevilla
Resumen del artículo científico “Impacto del cambio climático en la distribución y supervivencia del Pinsapo (Serranía de Ronda)”:
El trabajo comienza con el análisis la distribución actual del pinsapo y su relación con los factores ambientales que controlan la distribución. Desarrolla una rigurosa estrategia de muestreo con base estadística y conocimiento experto; aborda un modelo explicativo-causal calibrado con modelos lineales generalizados; y compone un ensamblaje de modelos numéricos basados en algoritmos del campo de la inteligencia artificial. Los resultados incorporan la proyección espacial de los datos climáticos del 5º Informe del IPCC a partir de downscaling estadístico. Los modelos fueron calibrados y evaluados partir de 100 réplicas en las que se empleó un set de datos diferentes en cada una de las mismas siguiendo un procedimiento de remuestreo denominado bootstrap.
En la evaluación se empleó una doble aproximación basada en la estadística inferencial y métricas para medir la capacidad discriminante de los modelos predictivos. De acuerdo con los resultados obtenidos modelos, el pinsapo es una especie muy vulnerable ante el calentamiento global. Su distribución potencial podría verse muy alterada, en tanto que las áreas más favorables retrocederían a los lugares más elevados y húmedos en las umbrías de las principales elevaciones de la Serranía de Ronda, pudiendo incluso desaparecer ante un posible escenario de altas emisiones de CO2 a finales del siglo XXI. Sin embargo, en según los modelos, también se encontraron áreas donde la especie podría persistir en el futuro si se cumplieran una serie de condiciones en la escala de los microambientes, si bien no se conoce con certeza si la especie será capaz de adaptarse al ritmo de los nuevos cambios en el momento en el que estos se estén produciendo. Estos resultados sitúan a la especie ante un escenario menos esperanzador que los simulados por otros estudios basados en los datos del 4º Informe del IPCC.