Se trata de la primera publicación de este tipo centrada en los CIE y es fruto de la colaboración del Centro de Investigación y Acción Comunitaria de la Universidad de Sevilla) y los equipos de visitas de las entidades del Servicio Jesuita a Migrantes en tres centros
El Centro Investigación y Acción Comunitaria de la Universidad de Sevilla (CESPYD) y el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) publican un informe de acercamiento a la situación de la salud mental de personas internadas en Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE). Se trata del primer estudio de este tipo: los hay sobre la salud mental en los centros penitenciarios, no así en los CIE. Este trabajo es fruto de la reflexión crítica de las entidades del SJM a partir de sus visitas y de la investigación académica. Algunos hallazgos de este informe ya fueron adelantados en el informe CIE 2022 del SJM en junio de 2023.
Los principales resultados que arroja el estudio revelan que el 70% de las personas encuestadas presenta una sintomatología elevada de ansiedad y depresión, siendo considerados casos necesitados de tratamiento. Además, dos de cada diez personas admiten haber intentado infligirse daño a sí mismas durante su estancia en el CIE. El 70% de las personas comenzaron con esta sintomatología a raíz de su internamiento en CIE, prevaleciendo por encima de la media situaciones de nerviosismo, tensión, inquietud, soledad, tristeza, atrapamiento, exceso de preocupación o problemas para dormir.
Otro aspecto que aborda el estudio tiene que ver con cuestiones relativas a la calidad de vida. Las personas internas en su mayoría sienten seguridad en los centros, con alta valoración de la atención sanitaria o su relación con la policía, pero se estima negativamente la atención jurídica, debido a la falta de información y dificultades de comunicación con su abogado/a, así como la calidad de la alimentación en los centros. En este sentido, se aprecia una clara correlación negativa: a mayor calidad de vida, menor sintomatología ansiosa o depresiva.
Las personas internas comentan que existen medios para preservar la salud mental en los centros, entre los que destaca la posibilidad de practicar deporte, caminar u otras actividades físicas o de ocio. Del mismo modo, el 87% se muestra disponible para acudir a un servicio de ayuda psicológica, si fuese ofrecido por el CIE. Por ello el informe enuncia recomendaciones a las autoridades, como contar con un servicio de acompañamiento psicológico que cuente con competencias culturales adecuadas, accesible para las personas internas y para el personal policial y de servicios. Dicho servicio sería la mejor alternativa a la práctica actual de medicación de las personas internas, y también tendría como cometido favorecer el bienestar del personal policial y de servicio destinado en los CIE. Merece la pena apostar por los espacios de apoyo, diálogo y reflexión; por la disponibilidad de actividades deportivas y de ocio; por mejorar la atención jurídica; minimizar los tiempos de espera; así como priorizar las medidas cautelares previstas en la ley, dejando el internamiento como última alternativa en casos muy medidos.
Para la elaboración del informe se han realizado un total de 87 entrevistas (83 hombres y 4 mujeres), mediante una metodología especializada en detección de síntomas relativos a la salud mental, a personas internas en los centros de Algeciras, Madrid y Valencia, donde las entidades de la red SJM están presentes. La duración media de estancia en España de las personas entrevistadas era de cinco años, y la nacionalidad mayoritaria de procedencia era Marruecos (un 58%), seguida por los países de Latinoamérica (39%).
El estudio define a los CIE como espacios de riesgo para el desarrollo o exacerbación de problemas de salud mental entre las personas internas, quienes se enfrentan a una forma no planificada de pérdida de libertad, despersonalización, aislamiento, confusión e incertidumbre. Además existen dificultades de comunicación con profesionales y sentimientos de humillación. El Estado es el responsable de garantizar el derecho a la salud de personas internas y el estudio alerta de que la detención contribuye a una pobre salud mental, siendo los CIE espacios de riesgo para que se produzcan autolesiones. La salud mental es un derecho humano a preservar y hacer valer.
Tanto el CESPYD como el SJM agradecen el margen dado por los directores de los CIE a un proyecto de investigación que puede facilitar su propia labor, puesto que el internamiento y el trabajo en los centros afectan de modos diversos a la salud mental de internos, policías y personal de servicio. Este informe ha suscitado un vivo interés y preocupación en el Defensor del Pueblo de España, ante quien fue presentado en un acto el pasado martes 23 de enero en Sevilla, así como en el Defensor del Pueblo Andaluz.