Comienza el proyecto europeo EPHESUS para la cooperación judicial en materia penal

El consorcio está conformado por cinco socios, originarios de Grecia, Portugal, Bulgaria, Rumanía y España

Reunión de inicio de proyecto en Atenas, Centro de Derecho Constitucional Europeo
Reunión de inicio de proyecto en Atenas, Centro de Derecho Constitucional Europeo

La Universidad de Sevilla forma parte del proyecto financiado por la Comisión Europea EPHESUS: Promoting fundamental rights in (post) pandemic times in cross border proceedings. El proyecto DG Justice fue concedido en 2023 en la convocatoria JUST-2023-JCOO.

Iniciado en febrero de 2024, este proyecto tiene como objetivo promover la cooperación judicial en materia penal contribuyendo al uso óptimo y proporcional de la Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE), incluido su uso en el contexto de procedimientos judiciales a distancia. El proyecto estudia y analiza las posibles vulneraciones de derechos fundamentales y procesales que implica el uso de la OEDE, especialmente desde el inicio de la pandemia Covid-19. Además, se pretende la promoción del uso creciente y racionalizado de instrumentos de reconocimiento mutuo alternativos a la OEDE para hacer frente a la utilización desmesurada de esta última.

El consorcio está conformado por cinco socios, originarios de Grecia, Portugal, Bulgaria, Rumanía y España: Centro de Derecho Constitucional Europeo (Kentro evropaikou syntagmatikou dikaio idryma themistokli kai Dimitri Tsatsou, CECL), Innovative Prison Systems (IPS), Center for the Study of Democracy (CSD), European Strategies Consulting (ESC) y la Universidad de Sevilla (US).  

Ciertamente, la OEDE es un instrumento muy utilizado en la cooperación jurídica internacional en el marco de la Unión Europea (UE), llegando a considerarse desde algunos sectores que se asiste en estos últimos años a una utilización desproporcionada del mismo, en detrimento del uso de otros instrumentos (como el traslado de condenados o procedimiento de reconocimiento mutuo establecido en la Decisión Marco 2008/909/JAI) que podrían resultar menos aflictivos para la persona reclamada o condenada y favorecer la reinserción social de los condenados.

Con el reseñado objetivo, el equipo de investigación formado por Pilar Martín Ríos, Esther Montero Pérez de Tudela y César Villegas Delgado, ha llevado a cabo una amplia investigación sobre la posible afectación de los derechos fundamentales y procesales en el marco de la OEDE en el contexto post-pandémico, poniendo especial acento en los aspectos relacionados con el uso de las nuevas tecnologías y en la búsqueda de instrumentos alternativos a la OEDE. 

El instrumento de investigación, diseñado por la Doctora en Criminología Esther Montero Pérez de Tudela, ha consistido en un protocolo de entrevista semiestructurada, cuyas preguntas e ítems principales estaban basados en una previa y amplia revisión de la literatura existente llevada a cabo por el equipo de investigación. Se trata de una de las investigaciones de corte cualitativo más amplias a nivel europeo sobre esta materia. En total, entre mayo y julio de 2024, 34 jueces, fiscales y otros operadores jurídicos (como abogados de reconocida experiencia) han sido entrevistados siguiendo el mencionado protocolo de entrevista. Los treinta y cuatro candidatos y candidatas, seleccionados de 10 estados miembros de la Unión Europea, fueron elegidos por su reconocida experiencia y alta cualificación en relación a la OEDE.

De los resultados principales de la investigación realizada pueden destacarse los siguientes:

  • Si bien la pandemia afectó al funcionamiento de los sistemas judiciales de toda la UE, provocando retrasos e ineficiencias en los procedimientos judiciales, no parece desprenderse de los resultados una importante afectación de los derechos fundamentales y procesales de las personas implicadas. 
  • La pandemia obligó igualmente a la implementación de ciertos ajustes procesales, concretamente se impulsó la adopción de tecnologías digitales para facilitar la cooperación judicial internacional. Especialmente, se multiplicó el uso de las videoconferencias.
  • Si bien es cierto que en la mayoría de los países tuvieron que afrontarse diversos problemas técnicos (especialmente en alguno como Grecia o Bulgaria, donde no se disponían de los medios tecnológicos adecuados), en opinión de los entrevistados las innovaciones tecnológicas han supuesto ventajas remarcables, como el ahorro de tiempo y de recursos humanos y materiales.
  • Entre los derechos procesales que han podido verse más afectados -tanto por la pandemia como por el aumento del uso de las nuevas tecnologías- en relación con los procedimientos vinculados a la OEDE, destacan los derechos relacionados con la defensa del reclamado, así como los derechos a un juicio “sin dilaciones indebidas”, aunque en opinión de los entrevistados dichos derechos de defensa se han visto salvaguardados en gran medida por el uso de las nuevas tecnologías.
  • Por último, debemos destacar la inexistencia de una conciencia generalizada en cuanto a la posibilidad del uso de alternativas a la OEDE: la gran mayoría de los entrevistados no contemplan la posibilidad de la utilización de otros instrumentos alternativos menos aflictivos para el reclamado. Destaca, como la alternativa más utilizada a la OEDE, la Orden Europea de Investigación, siendo muy infrautilizados otros instrumentos como la  Decisión Marco 2008/947/JAI, relativa a la aplicación del principio de reconocimiento mutuo de sentencias y resoluciones de libertad vigilada, la Decisión Marco 2009/829/JAI, relativa a la aplicación del principio de reconocimiento mutuo a las resoluciones sobre medidas de vigilancia como sustitución de la prisión provisional, o la ya mencionada DM 909, a pesar del reconocido potencial de estos instrumentos a la hora de evitar traslados innecesarios y reducir los retrasos procesales. 

Se hace necesario, por tanto, una mejor formación y una mayor sensibilización de los profesionales del Derecho sobre estos instrumentos alternativos, acciones coordinadas por parte de las instituciones de la UE para promover su utilización, y sin duda, una mayor investigación en la materia.

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