Eleva a más de 2.300 sus estudiantes y oferta un sólido programa para el envejecimiento activo de la población
El Aula de la Experiencia de la Universidad de Sevilla, dirigido a promover la ciencia y la cultura y mejorar la calidad de vida de las personas mayores, sigue cosechando éxitos año tras año. Se reinventó en la pandemia para llegar a su alumnado y este curso oferta 2.314 plazas, casi 300 más (287) que el anterior, al tiempo que se expande en la provincia, donde abre tres nuevas sedes: Guillena, Alcalá del Río y Palomares del Río.
Este proyecto, con más de 26 años de trayectoria, permite a personas mayores de cincuenta años afrontar su envejecimiento de una manera activa, estudiando asignaturas de una gran diversidad de disciplinas, impartidas por profesorado de la Universidad de Sevilla. El Aula oferta un plan de estudios en el que puede elegirse entre Sociales o Ciencias y una nutrida oferta de talleres que versan sobre materias que van desde los escenarios de la Sevilla americana, técnicas de escritura o la Sevilla conventual, hasta cómo evitar la manipulación de niños y jóvenes o la fotografía como reflejo de la vida. La automatrícula de esta oferta académica comienza el 21 de octubre de 2024.
Actualmente, el programa científico-cultural cuenta con 14 centros entre ciudad y provincia, y una demanda creciente a la que la US intenta dar respuesta incrementando el número de plazas disponibles. En total, el Aula dispone de cuatro programas: Plan de Estudios, que consta de cuatro cursos -como si fuera un grado-, Formación Continua Curricular, dirigida a alumnado que haya finalizado el plan de estudios, los Talleres y Seminarios -oferta académica complementaria a los anteriores-, y el Programa Provincial, que es la extensión del programa académico de Sevilla en la provincia.
Este curso habrá más de 3.000 matrículas (3.106), dado que el alumnado puede matricularse en varios programas a la vez. El incremento de plazas en un 14% de este año se centra fundamentalmente en el Plan de Estudios, con 66 plazas más, y en los talleres y seminarios, que “se amplían y redoblan extendiendo su impartición en ambos cuatrimestres y en horario de mañana y tarde”. El perfil del estudiante es femenino, ya que cerca del 70% (68.14%) de las plazas están ocupadas por mujeres, así viene siendo tradicionalmente en esta modalidad de estudio.
Ante la “sobrepasada demanda” que tiene el Aula y que ha destacado su director, Jesús Domínguez Platas, en el acto de apertura del curso académico, este año se ha hecho un especial esfuerzo por absorber la totalidad de la demanda en el plan de estudios y, una vez finalizado el plazo de preinscripción, se ha podido dar respuesta a la lista de espera. No obstante, aún existen dos asignaturas del programa de Formación Continua Curricular, ‘Sevilla monumental y artística’ o ‘Sefarad. Historia y Cultura judía en España’, que despiertan un gran interés, y que presentan una lista de espera que roza las 80 personas.
Y es que el estudiantado del Aula de la Experiencia exhibe unos altos niveles de excelencia, “un entusiasmo contagioso y una estimulante ansia de saber, que se pone de manifiesto en las clases, en las que plantean preguntas interesantes, a veces desafiantes”, ha señalado la profesora del Departamento de Nutrición y Bromatología, Toxicología y Medicina Legal de la US, Ana María Troncoso, que ha ofrecido la lección inaugural en la apertura del curso. Así lo corrobora Juliana Migues, estudiante del Aula que muestra “una ilusión tremenda” por este curso, “nunca pude ir a la universidad y tengo muchas ganas de saber cosas”, asegura.
Guillena, Alcalá del Río y Palomares del Río se suman este curso al proyecto del Aula de la Experiencia, cada uno de estos municipios con 35 plazas. Además, recupera Utrera, que entra con fuerza y oferta 75 plazas. Son los propios ayuntamientos los que hacen llegar a la Dirección del Aula de la Experiencia la propuesta de inicio del programa, para su estudio y valoración de la viabilidad y garantía de continuidad. Para ello, desde la dirección del Aula se constituye una comisión de seguimiento que durante un curso prepara, fomenta y visualiza el proyecto para su comienzo en el curso académico siguiente con todas las garantías, apoyo institucional y compromiso de financiación por parte de ayuntamientos y administraciones públicas.
Un comprometido equipo humano trabaja duramente para dar cuerpo a este proyecto, que además de fomentar la participación de las personas mayores en su contexto como dinamizadores sociales, mejorar su calidad de vida y promocionar las relaciones intergeneracionales, cumple con uno de los objetivos a los que aspira la Universidad de Sevilla, formar no solo a jóvenes, sino a personas a lo largo de la vida.