“Mi sensación es que las posibilidades en Harvard son infinitas”

José Antonio López Valverde acaba de llegar a Harvard con una beca del Real Colegio Complutense y en dos años volverá a la US para continuar su carrera investigadora. Este 7 de noviembre se celebra una sesión para conocer más sobre estas becas

José Antonio López Valverde

José Antonio López Valverde ha llegado hace unas semanas a la Universidad de Harvard para continuar su investigación sobre la aplicación de nanopartículas al tratamiento del cáncer mediante radioterapia. Inicia ahora una estancia de dos años allí, tras los cuales retornará al departamento de Fisiología Médica y Biofisica de la Universidad de Sevilla para continuar con su labor investigadora. Tras un primer contacto con la institución estadounidense, comenta que su sensación general es que “las posibilidades son infinitas en Harvard”.

Gracias a su afiliación al Real Colegio Complutense (RCC) de Harvard, la Universidad de Sevilla ofrece a su personal docente investigador (PDI), estudiantes de doctorado y egresados un programa de becas para realizar estancias de investigación o cursar un posgrado en la Universidad de Harvard o en instituciones afiliadas. Este programa ofrece opciones con distintas características tanto para profesores como para investigadores y estudiantes de doctorado que deseen llevar a cabo algún proyecto de investigación o estudiar un posgrado en dicha Universidad.

En el caso de José Antonio, se trata de la modalidad ‘Postdoctoral Research Fellowships (RCC 2+3)’, que consiste en una beca postdoctoral de 2 años en Harvard, seguido de un contrato retorno de 3 años en la Universidad de Sevilla con funciones docentes e investigadoras. La convocatoria está destinada a estudiantes de Doctorado que hayan leído su tesis recientemente.

José Antonio alcanzó el grado de doctor en marzo de 2024 después de haber obtenido el grado de Biomedicina Básica y Experimental por la US, el grado en Bioquímica por la US y la UMA y el máster en Investigación Biomédica de la US. “Conocer los contratos del Real Colegio Complutense en Harvard fue una casualidad para mí”, recuerda. Fue durante una estancia predoctoral en Boston, cuando conoció a la delegada de la US en el RCC y ella le habló sobre el programa. Más adelante, un webinar y un seminario presencial organizados por la US lo ayudaron a aclarar sus últimas dudas al respecto para poder solicitar la beca. Precisamente, este 7 de noviembre a las 13.00 se celebra otro de estos webinars, para el que está abierto el plazo de inscripción.

Su estancia en Harvard le permite actualmente trabajar en dos laboratorios: “Berbeco Lab, bajo la supervisión del Prof. Dr. Ross Berbeco, afiliado al Dana Farber Cancer Institute/Brigham and Women's Hospital & Harvard Medical School, donde desarrollo la parte experimental del proyecto; y el B-Lab, bajo la supervisión del Prof. Dr. Alejandro Bertolet, afiliado al Massachusetts General Hospital & Harvard Medical School, donde desarrollo la parte computacional del proyecto, trabajando con simulaciones informáticas”.

“Aunque apenas llevo un mes aquí como investigador posdoctoral, espero que esta estancia sea muy fructífera para mi carrera investigadora tanto actual como a largo plazo”, explica José Antonio. Entre los puntos más positivos de Harvard, destaca que “la colaboración entre distintos grupos que están haciendo cosas pioneras es parte del día a día”. Esta forma de trabajar, en su opinión, “permite que se puedan conseguir resultados muy interesantes que no serían tan fáciles de alcanzar de no ser por este espíritu colaborativo”.

También muestra su admiración por “la cantidad de recursos” a disposición de la investigación, que califica de “abrumadora”, y la eficiencia administrativa. “Mi sensación aquí es que la limitación no es el dinero, sino el tiempo que dedicas a la investigación”, explica. Sin embargo, también cuenta que sus compañeros han estado encantados de aprender cómo él hacía ciertas tareas en su laboratorio de la US “para gastar mucho menos y tener los mismos resultados ¡o mejores incluso!”. “A pesar de ser escépticos al principio, ahora usan mi protocolo”, concluye.