La presentación se enmarca en el evento que cierra el proyecto Erasmus+ Mob4All
El paraninfo de la Universidad de Sevilla ha celebrado el evento final del proyecto Erasmus+ Mob4All de la universidad europea Ulysseus que tiene como objetivo mejorar la movilidad universitaria del alumnado con discapacidad. Para ello, se va a presentar una guía de formación dirigida al alumnado tutor voluntario, al personal de internacionalización y de atención a la diversidad, al profesorado tutor y al profesorado del curso de formación online que desarrolla el proyecto.
El programa ha contemplado además la celebración de una mesa redonda sobre la evolución de las necesidades de los estudiantes con discapacidad en la universidad, en la que han participado miembros de la ONCE, la Federación y Asociación Asperger, ESN (Asociación Alumni Erasmus España) y la Federación Andaluza de Familias de Personas Sordas (FAPAS) y representantes de las universidades europeas acogidas al proyecto.
La delegada de la US para Asuntos Sanitarios, Rafaela Caballero, ha explicado que el alumnado “viene muy bien preparado, con muchas capacidades, pero encuentran muchas limitaciones para la movilidad internacional. Tenemos que trabajar unidos para que todas las personas tengan las mismas oportunidades y para romper ese techo de cristal, todas las barreras que nos encontramos”.
La Universidad de Sevilla acogió el curso pasado a cerca de 900 personas con discapacidad, según los datos del Vicerrectorado de Servicios Sociales, Campus Saludable, Igualdad y Cooperación, que cifra en 657 los estudiantes matriculados hasta la fecha para este curso, aunque la universidad aún no ha cerrado la matrícula.
La internacionalización de este alumnado requiere que todas las mejoras que existen en la universidad de origen deban estar en las universidades de destino, para que la movilidad solo suponga, como a otros estudiantes, adaptarse a una nueva lengua y costumbres. Así, el proyecto trata de que todas las universidades de Ulysseus realicen un trabajo común para comprender y ser competentes en materia de diversidad. No en vano, un estudio de la ONCE, realizado en España, apunta que la movilidad de los estudiantes con necesidades educativas especiales está en un 0,01% del total de movilidades, lo que representa una movilidad prácticamente testimonial.
El curso, al que se ha invitado a toda la comunidad universitaria y que será impartido por personal especializado de la US con apoyo de las asociaciones de afectados, forma en habilidades y nuevas metodologías académicas y no académicas para alumnado con necesidades educativas especiales. Concretamente, contempla el conocimiento de nuevas herramientas enfocadas a dificultades de movilidad, sensoriales -discapacidad auditiva y visual- y discapacidad socioeducativa -trastornos del espectro autista, síndrome de Asperger-.
Las mejoras en el diagnóstico, la prevención de patologías y el tratamiento de muchas de ellas ha permitido que jóvenes con discapacidad que habitualmente, a pesar de su alto nivel cognitivo, no llegaban a la educación superior, estén accediendo a las universidades. De este modo, en el mundo del autismo, el síndrome de Asperger ha conseguido romper barreras, de la misma manera que las personas con discapacidad visual y auditiva dieron el salto a la universidad a pesar de las barreras que se encontraron.
Este cambio, junto a las nuevas tecnologías, ha permitido el aumento del número de estudiantes con discapacidad en la universidad, sin embargo, la movilidad internacional, sigue siendo un reto al que es necesario responder, para que la igualdad sea verdaderamente una realidad.